Darse de alta de servicios en línea para cuestiones personales con la cuenta de correo electrónico institucional, es poner en riesgo la seguridad de la información. El correo electrónico institucional debe emplearse exclusivamente para las comunicaciones profesionales y en ningún caso para las propias que no son del ámbito laboral.
Además, cuando publicitamos y damos a conocer la dirección, podemos dar información de la institución donde trabajamos y también recibir más correo basura (Spam) en la cuenta profesional.